¿Cómo nos puede ayudar hoy en día una bomba hidráulica que utiliza un sistema inventado en el siglo XVIII?
Se trata de una bomba de agua que funciona aprovechando la energía hidráulica, sin requerir ninguna otra energía externa.
Permite elevar parte del agua de un arroyo o acequia a una altura superior. También se puede emplear para riego por aspersión.
El agua se acelera a lo largo del tubo de alimentación hasta alcanzar una determinada velocidad, a la que se cierra bruscamente la válvula A. Entonces la fuerte presión del agua en movimiento y detenida repentinamente abre la válvula B y pasa agua al depósito hasta que se equilibran las presiones. Se cierra la válvula B, se abre la válvula A, y el cicle se repite de nuevo.
El agua pasa a golpes de ariete al depósito, pero sale de éste con continuidad por el tubo de elevación gracias a la cámara de aire del depósito. El ariete realiza de uno a dos cicles por segundo. La cámara de aire del depósito es fundamental para su funcionamiento. La presión del aire del depósito debe ajustarse antes de poner el ariete en funcionamiento, de acuerdo con la altura de elevación (H), tal como se muestra en la tabla 1.
Para que el ariete funcione bien se necesita suficiente agua para impulsarlo y también desnivel de trabajo. La altura de elevación (H) no debe superar más de 12 veces al desnivel de trabajo (h). El agua de alimentación del ariete puede proceder de un manantial, una acequia o un río, y debe conducirse hasta él a través de un tubo de hierro galvanizado, cuyo diámetro depende del caudal de alimentación (Q), tal como se indica en la tabla II.
Sirve cualquier desnivel de trabajo, desde 20 cm a 30 metros. A mayor desnivel (h) más barato resulta el ariete, y se requiere menos caudal de alimentación para elevar la misma cantidad de agua.
El rendimiento energético (R) depende de la relación entre la altura de elevación (H) y el desnivel de trabajo (h).
La construcción del ariete se hace con piezas de fontanería galvanizada. Las juntas deben estar muy bien estopadas y selladas, ya que las presiones de trabajo son grandes. El depósito presurizado es un vaso de expansión cerrado de los que se usan en las instalaciones de calefacción.
El funcionamiento se ajusta a nuestras necesidades mediante el tornillo tensor de la pletina resorte y el de la carrera. Después sólo queda ver con satisfacción cómo sube el agua de forma continua y gratuita.
Técnica del siglo XVIII
Joseph Montgolfier, famoso por la invención del globo aerostático, ideó el ariete hidráulico en 1796. Su ingenio se difundió ampliamente por todo el mundo, gracias al impulso de las metrópolis coloniales de la época. Fue utilizado, por ejemplo, en las fuentes de Taj Majal, en la India, y en las de Ameer, en Afganistán. Pero la mentalidad de la era industrial y la fabricación de las bombas a motor fueron frenando la construcción de arietes – generalmente realizada por artesanos locales-, apartándolos de cualquier proyecto durante mucho tiempo.
Hoy es un momento propicio para desempolvar el molino de viento, contar con la energía solar para calentarnos y generar electricidad, y aprovechar los recursos hidráulicos a pequeña escala para paliar la política del derroche que se ha instalado en nuestra sociedad.
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